domingo, 24 de junio de 2007

Oasis

Aunque no he tenido la oportunidad de visitar ninguno personalmente, y si lo hago seguramente quedaré decepcionado porque imagino que en el siglo XXI lo de seductor que puedan tener en mi imaginación no tendrá nada que ver con lo que son / los han convertido en realidad, siempre me han fascinado los oasis.

Novelescos, balsámicos, sugerentes. Escenarios de luchas y de reposo. De amores turbios y de magia. De soledad y de misterio. Olor a dátiles y a monotonía. A té y a los lejanos ecos de canto de almuédano. Días que transcurren lánguidamente. Vida nómada, jaimas y las estrellas por techo.

Y pergeñando todo esto, mi Sureña me regala una bellísima canción de Pedro Guerra que se titula Oasis. Gracias por esto, y por dejarme descubrir las cosquillas de tus rodillas, y por las imágenes de, precisamente oasis, que me trae tu olor.

los oasis son siempre espejismos
hay pasiones que niegan el cielo
cuando me quisieron yo no quise tanto
y cuando he querido no siempre quisieron
las palabras no solo definen
hay canciones que guardan misterios
cuando me llamaron no escuché el mensaje
cuando yo lo quise no me respondieron
poco, mucho, algo, casi casi nada
no siempre se cruzan todas las miradas
hay distancias que guardan caricias
y lugares de pocos senderos
mis señales de humo no encontraron ojos
y llegaron cartas cuando estaba lejos
en el mar hay tesoros y peces
en el río hay arena y secretos
cuando lo quisiste no salió la luna
cuando no esperabas te llovieron besos

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En el sahara efectivamente hay oasis. Dicen que alguien que conozca el desierto (del Sahara) puede ir de un lado a otro de este sin problema. Otra cosa el desierto del Taklamakan del que nadie ha salido vivo. La ruta de la seda lo bordeaba ante la imposibilidad de atravesarlo. El Taklamakan es, tomando a los Gallagher y su Oasis, un Wonderwall.
Luego están los espejismos y el ver oasis donde no los hay y la deshidratación de la que tanto sabemos los fondistas. Un oasis en el desierto es una bendición. En fin que ojalá que llueva café en el desierto y podamos ser un pez y hacer burbujas de amor en la pecera, eso si, sin que nos suba la bilirrubina.

Fidelio dijo...

M.,socio, espero que te hayas recuperado de la sobreexposición a Juan Luis Guerra... Taklamakan significa, de hecho, "si entras no saldrás" (¡al menos eso dice la Wikipedia!). Lo ubicaba yo Pakistán o por ahí, y en realidad está en China.

Mll D. dijo...

Fidelio!
que bonito regalo, aunque un poco triste verdad?

Lola Steiner dijo...

HAs leído Leon el Africano, de Amin Maalouf?
Mola.

Fidelio dijo...

Mademoiselle, la canción es triste en casi su totalidad, pero la última frase la convierte automáticamente en optimista ¿no estás de acuerdo? En cualquier caso estoy contigo: aunque sea triste es un bonito regalo porque ¿cuándo no lo ha sido una canción bella aunque sea triste?

Lol, no lo he leído. Tomo nota. ¡Gracias, prenda!