domingo, 28 de octubre de 2007

Recuerdos transferidos



Cuando vas con tres amigos y tienes 15 años, las barcas del Retiro son el lugar donde con un poco de suerte puede haber un grupo de 4 amigas que también tienen 15 años.

No contaba yo con un grupo de estudiantes de Milwaukee. Ni tampoco con Meg. Ni con su mirada azul, arrebatadora. Ni con su sonrisa de anuncio. Ni con sus 17. Ni con que fuera precisamente yo quien le hiciera tilín.

Esa tarde no hubo árbol donde no nos besásemos. Ni rincón sombrío donde no me dejara olvidado un puñado de inocencia.

No acababa de llegar a casa cuando sonó el teléfono. Meg quería que fuera a su hotel a continuar la fiesta. Mis padres me escucharon hablar inglés y me preguntaron con quien hablaba. Sin demasiados detalles conté que había conocido a una estudiante norteamericana con quien había pasado la tarde, y que ahora me invitaba a “salir por ahí”.

Mi padre me instó a aceptar, con un aire cómplice. Mi madre, tajante nos desmontó a padre e hijo con algo tan contundente como un “¿qué es lo que quieres, que tú hijo sea un desgraciado toda su vida? No entendí que quería decir. Cosas de madre. Pero esas palabras devastaron cualquier plan. Impidieron cualquier protesta por mi parte. Sumiso, me quedé en casa.

Cuando alguna vez he pensado en esa aventura preadolescente, he recordado a Meg muy guapa, muy simpática, muy inteligente, muy todo.

Y ahora que hago limpieza en casa, se me cae un papelito con su nombre de uno de mis viejos libros. Y busco en Internet. Y encuentro. Y Meg ya no está en Milwaukee sino en Chicago. Y le debe haber ido bien, porque con los labios cortados de tanto beso me dijo esa tarde de hace 20 años que le apasionaba el teatro. Y descubro que forma parte de una compañía.

Y veo su foto. Y no es una diosa. Tampoco soy yo un dios. Y comprendo que hay cosas que es mejor dejar que se cubran de polvo. Y como en “Esplendor en la yerba” es mejor que la belleza subsista en el recuerdo.

Y no es engañarse uno mismo. Es que hay veces en las que la memoria se hace amiga de la imaginación.

miércoles, 24 de octubre de 2007

The load out

Hay un 21 que pasa y tiemblan un poco los cristales. Ahora que estaba a punto de quedarme dormido. Claro, ahora también me termina de desvelar el ruido del camión de la basura. Y unos tacones, precipitados, entrando en mi portal. Ahora me tocará escuchar el ruido del portal al cerrarse, el ascensor bajando, el ascensor subiendo, la llave en una puerta, el portazo al cerrarse. Estoy a oscuras y empiezo a pensar que todo este ruido me complicará conciliar el sueño.

No voy a encender un cigarrillo.
No voy a leerme otra historia corta de Ángeles Mastretta
No voy a por una onza de chocolate.
No voy a caer en mis propias e inocentes e insulsas y estúpidas tentaciones.

Al pensar en la palabra “tentaciones” imagino que en mis hombros hay un angelito y un demonio, como en los dibujos animados. El angelito es como la chica del anuncio de queso Philadelphia, rubita y con carita inocente, pero sosa. El anuncio es ese en el que el envase tiene unas alitas. Si pensaba yo que vaya coñazo ir al cielo para estar tocando la lira en lo alto de una nube, figúrate si encima hay que preparar desayunos. El demonio (la demonio) mola más. Lleva una especie de corpiño rojo, un tridente con purpurina, unos cuernecitos muy graciosos y una cara de puta que no se tiene. Bueno, a lo mejor es solo una boca pecaminosa y una mirada lasciva, pero lo de la cara de puta es mucho más gráfico.

Decido pecar por triplicado: chocolate mientras leo y luego un cigarro. ¡Con dos!

Centrifuga la lavadora de la vecina (a lo mejor es un vecino. ¿no pongo yo lavadoras?. Es curioso ese ancestral machismo que hace que cuando se hable de lavadoras se hable de vecinas y no de vecinos, qué cosas).

En Suecia seguro que no hay ruidos de lavadoras a las 11 de la noche. Imagino que hay una lavadora por bloque y un cuadrante para su uso: Björn, los lunes de 4 a 6, Lars, los martes de 5 a 7, Ingmar los miércoles de 3 a 5. Los jueves no hay lavadoras para no molestar a un posible suicida. Si hay que suicidarse mejor el jueves. El lunes uno está matao. Los martes y miércoles hay Champions. No te vas a suicidar un viernes o un fin de semana, es poco elegante.

Recuerdo el diálogo de Smoke, en el que Lou Reed cuenta que adora Nueva York y que detesta sitios como Suecia en donde pones la televisión y están echando una operación de oído. ¿Qué ha dado Suecia al mundo? A ver: Abba, Europe, Bergman (Ingrid), Bergman (Ingmar), Garbo (Greta), Börg, Nobel, Gustavo (el rey, que no el reportero más dicharrachero de Barrio Sésamo), las películas de Alfredo Landa y Manolo Gómez Bur de los 70 (bueno, esto no lo ha dado Suecia pero las suecas están presentes), el salmón ahumado …. Full stop. Ahhhh, si. Y también Astrid nosequé (la de Pippi) y la premio nobel de literatura Selma Lagerlof cuya obra ha sido ampliamente debatida en incontables veladas literarias a las que, a Dios gracias, no he tenido la suerte de asistir. Y Michael Laudrup (que es danés).

La humanidad no notaría la diferencia si Suecia desapareciera de la faz de la tierra. O si nunca hubiera existido. ¿el sol de medianoche y la auroras boreales? Joder, para eso mejor Finlandia (perdón Colette).

Podía ser peor. Podíamos estar hablando de belgas famosos. En riguroso orden “analfabético”: Tintín y Poirot.

He sacado mi violín y he intentado tocar el Humoresque de Dvorak. Ha sido como violar a Euterpe.

No sé cual es la diferencia entre paracetamol e ibuprofeno. Podría ir al google o a la wikipedia, pero voy a pasar.

Voy a la nevera. Allí está. El fuet es a mi vida lo que los leit-motiv a las óperas de Wagner. El futuro pasa por Casa Tarradellas. Debe haber algo fálico en todo esto. me lo voy a hacer ver.

Esta es mi canción preferida de Jackson Browne. Me pone un poco triste, pero me gusta. Luego viene Stay y la jode.



; Now the seats are all empty
Let the roadies take the stage
Pack it up and tear it down
Theyre the first to come and last to leave
Working for that minimum wage
Theyll set it up in another town
Tonight the people were so fine
They waited there in line
And when they got up on their feet they made the show
And that was sweet--
But I can hear the sound
Of slamming doors and folding chairs
And thats a sound theyll never know

Now roll them cases out and lift them amps
Haul them trusses down and getem up them ramps
cause when it comes to moving me
You guys are the champs
But when that last guitars been packed away
You know that I still want to play
So just make sure you got it all set to go
Before you come for my piano

But the bands on the bus
And theyre waiting to go
Weve got to drive all night and do a show in chicago
Or detroit, I dont know
We do so many shows in a row
And these towns all look the same
We just pass the time in our hotel rooms
And wander round backstage
Till those lights come up and we hear that crowd
And we remember why we came

Now we got country and western on the bus
R and b, we got disco in eight tracks and cassettes in stereo
Weve got rural scenes & magazines
Weve got truckers on the cb
Weve got richard pryor on the video
We got time to think of the ones we love
While the miles roll away
But the only time that seems too short
Is the time that we get to play

People youve got the power over what we do
You can sit there and wait
Or you can pull us through
Come along, sing the song
You know you cant go wrong
cause when that morning sun comes beating down
Youre going to wake up in your town
But well be scheduled to appear
A thousand miles away from here




lunes, 22 de octubre de 2007

Ni Hawaii, ni Bombay.

Decía Nietzsche que la idea del suicidio es un poderoso consuelo para pasar una mala noche.

(nota mental: no te fíes de un tipo que llamaba “amigo” a un caballo justito antes de derrumbarse psicológicamente y tirar millas para un manicomio de Jena)

No, no voy a hablar de suicidios. Líbreme Dior. Pero convirtamos ese poderoso consuelo en algo más heroico, más romántico. Como por ejemplo de la que sales una mañana a tomarte un croissant a la plancha, tirar directamente al aeropuerto y pillar el primer vuelo (solo ida) que te lleve a Papeete. Vale, romántico y heroico es, no cabe duda. Ya está: ya me he convertido en una especie de personaje de Auster. O mejor aún: como alguien salido de una película de Win Wenders o Win Mertens (sé que uno es el director de París Texas y el otro el tostón de Maximizing the audience, pero nunca recuerdo quien es quien).

Pues lo mejor para quitarse uno de la cabeza esas tontunas, erradicar esos pensamientos, es pasarlo por el antipático, inexorable, aséptico, racional y a veces más que necesario sentido práctico de la vida.

Ale, ya estoy en Barajas. Y en un ejercicio de imaginación tengo encima los 2.000 € que te puede costar el billete y un pasaporte en regla.

¿Alguien sabe donde está Tahití? No hacen falta coordenadas, ya os lo digo yo: a tomar por culo.

Así que 18 horas más tarde, vía Santiago de Chile aterrizo en Tahití, con una mano delante y una detrás. ¿y ahora que hago?

No, queriditos, no me está esperando Gauguin para felicitarme por mi decisión y llevarme a ver como pinta Mata Mua. Para nada. Tampoco bellas nativas, ataviadas únicamente con guirnaldas, me agasajan con zumos de frutas exóticas para posteriormente someterme a una sesión de sexo tántrico. Negativo.

La realidad es bien distinta: no hablo francés ni tahitiano, no sé buscar perlas negras, ni tocar el pahu ni los toeres. El tamure me sienta como un tiro (además de que no sé bailar). Todo lo anterior me sería muy útil para ganarme la vida un par de días haciendo de indígena en alguna boda exótica de algún pringao occidental que ha decidido casarse en Bora Bora, claro.

Pero Fífi, eres libre. Tú y el mar. ¡¡ qué colores, que puestas de sol, que maravilla ¡! Ya, pero ¿sabéis lo que es un santuario de mamíferos marino? Yo no, pero me cago solo de pensarlo. Precisamente yo, que no me meto en el agua si hay algo con branquias o tentáculos en un área de menos de 300 metros de mi persona, si ese “algo” tiene un tamaño superior al de un boquerón.

La comida, ¡qué exótico! ¡qué sacudida para los sentidos! ¡qué hermoso es estar abierto a nuevas culturas … ¡incorrecto! Yo, que he conocido los placeres del fuet Espetec y del Big King XXL ¿qué hago comiendo pescado crudo con leche de coco?


Hmmmm, todas esas horas de sol, el benigno y suave clima del Pacífico Sur, los alisios….. Y. ¿os han hablado de los tifones? En honor a la verdad, despeinarme es algo que dejó de preocuparme hace tiempo, pero tampoco tengo ganas yo de estar ora en una playa de la Polinesia ora, por efecto de un tifón, a 1.500 kilómetros y además desmembrado.

Esas lunas inmensas. Dormir al aire libre, con la bóveda estrellada por techo. Como más cerca de la creación. Como ser uno con el Cosmos….. y los mosquitos y demás insectos voladores. Creedme, en Tahití debe haber mosquitos a los que hay que llamar de usted. Seguro que en las tiendas venden los botes de Raid vacíos, porque la única forma de evitarlos es arrojarles el bote y cruzar los dedos para que el golpe les atonte lo suficiente para salir huyendo. Y no hablemos de los reptiles y los arácnidos.

En definitiva, creo que no habré despegado de Barajas y ya estaría yo diciendo, Fífi rey, en qué carajo estabas pensando …

viernes, 19 de octubre de 2007

Ayer me perdí unas cañas...

... pero gané una reflexión un tanto moña. Vaya eso por delante.

La verdad es que llevo una semana bastante complicada y confiaba en que ayer me pudiera reunir con unos cuantos compañeros de blog para tomarnos unas cañitas o lo que surgiera/surgiese, más no pudo ser.

Avisé a Colette por sms. Al rato ella me llamó y no pude contestar, Finalmente hablé con ella un poco entrecortado al no tener plena libertad de conversación. Y me recordó que estoy muy callado. Y que es una pena que no la viera con sus tacones remonos.

Y hoy recibo un correo del Dr. Malcolm echándome la bronca por no ir y prescribiéndome asistencia inexcusable al próximo evento.
Y la Steiner tiene una conversación conmigo para echarme una mano.
Y M. me debe unos perritos calientes.

Y también están Chinita e Isadora. Y Lobomán.

Y me pongo a pensar que es bonito (no sabría que otra palabra utilizar) conocer a estas personas. Que muchas veces ni siquiera sabemos nuestros apellidos, pero nos echamos unas risas, nos sentimos cómodos y nos emplazamos para un nuevo encuentro como si fuésemos amigos de toda la vida.
Que son personas (¡claro!) que tienen mucho que aportar. Con sus éxitos y sus fracasos. Con su ritmo frenético o su "dolce far niente". Con sus conversaciones inteligentes o con su días de mutismo. Buena gente. Buena onda, como dicen por "ashá".

(pausa para mi tercer "choc me". Un barquillito con chocolate en cajas de 125 gramos recién adquirido en mi supermercado favorito, esto es, el Lidl).

Decía que me perdí unas cañas pero no me pienso perder las próximas. Y que me apetece reirme y disfrutar de esa buena compañía. Y escuchar veredictos sobre Finlandia, experiencias docentes en Barcelona, carreras de tacones, restauraciones en Córdoba o subidas a rascacielos en construcción. O reproducir diálogos de Amanece que no es poco. O recomendaciones sobre tal o cual película o canción. O trabajar activamente por la canonización de JP2.
Un poco en plan Benedetti, pues eso .... que es hermoso saber que ustedes existen.

(menos mal que la imagen pastel restará cualquier credibilidad a este post ...)

lunes, 8 de octubre de 2007

Napolitanas y otras cosas ....


Una napolitana


Otra napolitana
Fífi (gracias M. impagable) se nos va a Nápoles.
Algunos de vosotros sabéis que yo inicialmente estaba buscando perderme en Córcega la primera semana de noviembre para disfrutar con Sureña de unas más que merecidas vacaciones. Pero como tiran más dos tetas que dos carretas (véase imagen superior), acabamos en Nápoles.
Muchos de vosotros hilaréis fino y pensaréis que el hecho de viajar en poco espacio de tiempo a Marbella, Chicago, Edimburgo para asistir a una conferencia anti-fraude financiero y ahora Nápoles denota una más que evidente conexión con el narcotráfico y que posiblemente esta sólas líneas conculcan algunos artículos del Real Decreto 925/1995 (guiño a Colette y a Satinado).
Mas erráis, oh malpensados. Debéis saber que disfrutaré de las piazzas y de las pizzas (qué salado estoy, por Dior), de la costa Amalfitana, del Vesubio y de Pompeya. Y de sureña, hopefully.
En otro orden de cosas, debéis saber que en un ejercicio de atletismo sin precedentes en mi metrosexual vida he corrido nada más y nada menos que 5 kilómetros en el gimnasio (y nadie me perseguía, lo que eleva mi carrera a la categoría de hazaña). Sudo, ergo sum, me decía yo a mí mismo al acabar. Si la cantidad inusitada de metros recorridos no os asombran, os la transmitiré en otros valores: 427 calorías, 33,5 minutos, velocidad media de 9,3 kilómetros horas. Sebastian Coe empieza a ser una especie de piltrafilla a mi lado. Digámoslo claro.
Libros adquiridos este fin de semana: Robert Capa, la biografía de Richard Whelan, País de Nieve de Yasunari Kawabata y Scriptorium de Paul Auster (que vale, que no sabe escribir finales ni felices ni tristes, que está sobrevalorado, y todo lo que queráis, pero a mi me gusta, joder).
Cd adquirido en este fin de semana: La lengua popular, de Andrés Calamaro. La enésima "josha" de mi Andrés.
Mi sueño dorado: isla desierta con sureña, discografía de calamaro, chocolate, fuet, cortauñas (mis sueños recurrentes) y visitas esporádicas de carácter estrictamente sexual por parte de Monica Bellucci y Laetitita Casta (sueño recurrente, again). Ah, y esposas....
El viernes comí con Colette que tenía "colittis" (rizo el rizo) ante su movida parisina y con Lobomán que no se estresa desde lo de Pearl Harbour. Fue una comida excesivamente rápida para mi gusto habida cuenta de que llegué 5 minutos antes de que cerraran la cocina y me fui prontito pues tenía que recoger a mis vástagos. Crema de Zanahoria y Crepes de Gambas. Vegetariano. Para que el Cosmos siguiera girando cené en el Burger King un Big King XXL y Sandy de chocolate con lacasitos. Siempre es agradable la compañía de estos dos sujetos a los que admiro y tengo en gran estima. Ambos me llamaron Fífi (nuevamente gracias M.). Por cierto, queda claro que nos vamos todos a ver Fidelio en el Real en abril 2008.
Colette, todo saldrá bien. JP2, en las alturas, vela por tí.
Acabo de terminar de grabar un dvd con películas para sureña madre de rabiosa actualidad, a saber:
Cumbres Borrascosas (la de Oberon y Olivier, del 39)
Mesas separadas (Niven, Kerr, Hayworth y Lancaster, del 58). Una de mis pinículas favoritas.
El manantial (Cooper y Neal, del 49)
Matar a un ruiseñor (Peck, del 62)
Irma la dulce (Lemmon y MacLaine, del 63)
La nota triste la da una conversación con mi ex-mujer en la que me leía dos notas de la profesora de educación física de Lucía aludiendo a la falta de atención, la poca actitud, la poca aptitud y la mucha acritud de mi princess en clase. Esto unido a dos suspensos en "cono" y "mates" respectivamente (nota mental: investigar que es cono), y al hecho de que las inquietudes de Lucía en esta vida son las siguientes en riguroso orden de prelación:
1/ Nintendo DS, Game Boy Advance o Play Station Portable (a elegir)
2/ Buffy cazavampiros
3/ Rebelde Way
4/ La ropa (escandalosamente hortera, añado)
5/ Las pulseritas, extensiones, calcomanías, atisbos de lo que un día serán piercings.
Han hecho que me ponga más que serio. Después de una disertación sobre la confianza que tengo en ella para dar la vuelta a la situación, la ayuda que va a recibir tanto de su madre como de el que estas líneas escribe para favorecer un entorno adecuado y estimulante para el estudio, la idoneidad en el equilibro entre diversión y obligación, el desarrollo como persona y la madurez que el estudio facilita, lo maravilloso que es, en líneas generales, el mundo del saber y la cultura, las multiplicación de opciones en tu vida gracias a una buena formación, la forja del carácter, la necesidad de tener criterio, la fortaleza y la autoestima, etc etc etc me he dado cuenta que tal todo esto no funcionaría. Así que con esta sutileza que me caracteriza he terminado con un inequívoco "Está en tu mano. Y Papá y Mamá te vamos a ayudar. Pero si todo esto no basta que sepas que te meto interna en un colegio"
En serio, estoy preocupado no tanto por la falta de disposición de Lucía (hasta ahora matrículas de honor, pero este año empieza torcida) sino por mi incapacidad de dar la vuelta a la situación de una forma inteligente. Estoy pensando seriamente llamar a la Steiner cuando perciba que está un poco menos líada.
La nota simpática del día, una charlita de un rato con Satinado y Ender con alguna que otra carcajada. Gracias, reyes....
Más de 5.000 visitas (si resto las mías entrando y saliendo de forma compulsiva para que suba el contador, lo mismo hasta me leen media docenas de seres humanos ...)

lunes, 1 de octubre de 2007

Fidelio, rex

Dejémonos de tonterías y de falsas modestias. Soy el puto amo. Ya está. Dicho queda. Yo no lo he elegido. Es algo que llevo en la sangre, inherente a mi persona, corriendo por mis venas desde incontables generaciones. Vengo de una estirpe de triunfadores. Desde tiempos inmemoriales, mi nombre es sinónimo de poder, de ambición y de fortuna. Lo reconozco: no tengo escrulup, escruplu ¡¡ joder, ni me sale la palabra !!

Todo empezó en la edad media, época en la que el primer Fidelio se forró con un negocio de cinturones de castidad. Los cruzados caían por millares intentando reconquistar Jerusalén y conseguir el Grial (hasta la invención de los mundiales de fútbol jamás había habido tanto follón por una copa) creyendo, en su ignorancia, que el honor de sus damas estaba a salvo.

Y mientras Saladino (que era muy simpático y risueño, como su propio nombre indica) ponía las cosas en su sitio (a excepción de las cabezas de los cruzados que, ironía, quitaba de su sitio) mi antepasado, poseedor de la llave maestra que abría todos los cinturones, se encargaba personalmente de verificar su correcto funcionamiento.


(escudo de mi familia, que justifica mi pasión por los búhos)

He heredado un emporio de dimensiones gigantescas, que haría palidecer de envidia a Onassis, Rockefeller e incluso al mismísimo tío Gilito, de haber sido un personaje real. Ya desde niño me empeciné en ganar un protagonismo que en todo momento consideraba legítimo y natural.



No en vano los hombres me envidian y las mujeres me desean. Incluso en algunos casos de incierta tendencia sexual, sucede al revés.

¡incorrecto! No sólo en Francia. Mis posesiones se extienden mucho más allá del país vecino.

Poseo cadenas hoteleras.... pero de las buenas, con caramelitos en la cama de la habitación, repuestos día tras día y duchas de esas con mogollón de chorritos y con rollos de papel higiénico con un bonito doblez para evidenciar que lo estrena el huésped. Incluso he ordenado a las que hacen la habitación que dejen el carrito descuidado para que las marus repongan de forma indiscriminada los botecitos de leche corporal.



Algún que otro negocio naviero....



Hago mis pinitos en el mundo de la restauración. En todos mis restaurantes, a cualquier hora, en cualquier lugar del mundo, se puede degustar chocolate y fuet. Podría decir que homenajeo a mi infancia pobre y mal alimentada, pero mentiría. La desnutrición y yo somos términos incompatibles.



Vendí Ikea por una millonada (originalmente era yo su accionista mayoritario). De alguna forma soy culpable de la cosa esta del do it yourself. Jamás comprendí de qué carajo era esta plano.

Tengo un barquito por el que navego en los canales de Amsterdam. Aquí podéis verlo (yo estoy en el camarote con unas empleadas del Ikea de Estocolmo enseñándoles la diferencia entre montar y desmontar, las tontuelas). No seáis vagos, copón, y si hacéis click en el barco la afoto se ve mas grande y también mi nombre en letras doradas .... (gracias Sonia por la fotito holandesa)

Sin olvidar mis pinitos en empresas audiovisuales y de comunicaciones (digo yo que lo del sepzialgeschaft fur fahrradahanger, será algo de teléfonos móviles. Total, si no es así no se va a enterar nadie ...). ¡qué mona la niñas de las coletitas, por cierto! Coño, a ver si va a ser la marca del cochecito.


Demandé, gané e incrementé mi cuantiosa fortuna al no permitir que la industria de Hollywood utilizara el nombre original de lo que luego se ha venido llamando "la saga de Harry Potter" que Joanne K. Rowling gentilmente me dedicó, agradecida sin duda por mi asombrosa técnica sexual.

No todo han sido éxitos. Una de las ramas de mis certeramente diversificadas inversiones fracasó de forma estrepitosa. Tal vez influyó la circunstancia de que aproximadamente el 95 % de la producción era utilizada en consumo propio.

En definitiva, mi vida es como un cuento.

Bueno, os voy a dejar, que tengo que mejorar el hándicap ...