Fotos del teatro Romea de Murcia. 1917. Cedidas gratuitamente por J.J.
¡¡¡¡ AGUA PARA TODOS !!!!
la razón atropellé
la virtud escarnecí
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé
yo a los palacios subí
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
recuerdo amargo de mi.
la virtud escarnecí
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé
yo a los palacios subí
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
recuerdo amargo de mi.
Fiel a la tradición que marcan las fechas, he ido al teatro a ver el Tenorio de Zorrilla.
Desde chico me ha fascinado esta obra de teatro, y son incontables las veces que la he visto por la televisión, con bandeja de huesos de santo sobre la mesa del salón.
Pero este año, para celebrar San Carlos (yo soy mucho de celebrar los santos), he ido con Sureña al teatro Romea de Murcia que es una de las pocas ciudades de España donde se sigue esta tradición.
Además se celebraba el Centenario de las representaciones de esta obra en este teatro por la misma compañía Cecilio Pineda.
El teatro se está rehabilitando, pero se suspendieron las obras de rehabilitación esta semana para permitir la representación. El teatro es bellísimo. Data del año 1862. Está ricamente ornamentando. La orquesta es perfectamente circular, como los antiguos coros griegos y permite una integración del público con la representación casi wagneriana.
Joder, y la gente se pone mona para ir al teatro, y las campanitas que avisan que va a empezar la obra tocan el Canto a Murcia, de "La alegría de la huerta".
La obra, excepcional (me fascina la dinámica del Tenorio de Zorrilla, y también imagino que estoy marcado por lo popular de tantísimos pasajes). Don Juan soberbio, y también el Comendador y Brígida. Doña Inés se salía. Fue el día cuatro y sigo emocionado. Disfruté como un chiquillo. Y quería compartirlo con vosotros.
Y mañana, a Nápoles. Ya os contaré.
6 comentarios:
Que erás un zorrón era lo único que nos faltaba para santificarte. Buen viaje y cuidado con la cosa nostra, ya hablaremos.
Cuidado con las napolitanas que engordan una jartá.
Stenier... jejeje.
Mi tradición era ir a verlo al Palacio Arzobispal.Allí todos los años, por estas fechas...en la Huerta del obispo, y para acabar la noche antes de las doce campanadas, todos los años se represnta al aire libre, como escenario...las huertas del Palacio y su fachada...
Hace mucho de eso...ahora lo adornan con un mercado medieval.
Pasalo bien en Nápoles y trame unas napolitanas (de las que engordan y tienen chocolate) de recuerdo!!!
Y si no puede ser, acptamos bebidas espirituosas típicas del lugar.
Ea, ya estoy de vuelta. Gracias por vuestros comentarios. Me encuentro deprimido y considerablemente más gordo. Os contaré....
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