Dos cafes con leite, dos sumos de laranja e dos cervejas à pressao.
No sé decir mucho más en portugués. Por eso a Lisboa nunca voy solo. Nada mas se pedir las cosas de dos en dos. Como los donuts. Y también porque es una ciudad romántica y decadente, y apetece poco ir solo a un sitio así. Y porque mola escuchar a Amalia Rodrigues en la terracita del elevador de Santa Justa. Ainssss, que tiempos aquellos.
Una vez quedé con una portuguesa y llegó una hora tarde. No había móviles en aquel entonces y ella intentaba llamarme a casa para avisarme del retraso, pero mi madre estaba hablando por teléfono todo el rato. Cuando llegó y me vio el careto de mosqueo que tenía yo de tanto esperar, me dijo mirándome muy dulcemente "quería hablar contigo para avisarte, pero comunicabas". Pero me lo dijo en portugués "eu queria falar con te mais o telefono dava sempre a signal do impedido". Me derritió...
2 comentarios:
Jo, me encanta Lisboa!
hes que da higual lo que te digan hen portugues, que suena taaaaaaaaan vien. dan ganas de ponerle musica ha todo lo que dizen. i lla en brasil hes una cosa...
jo
i la foto mui chulica. i de las de dar enbidia de la mala
vesisssss
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