martes, 24 de julio de 2007

Salvemos el "Canci"





Let’s save the Chancellor!!!!!

(esto es para dar una proyección así como más internacional al movimiento).

Vaya mierda.

Aunque hace poco estuve con Nacho y Lucía viendo Spiderman III, el Canciller ha cerrado.

Llevaba unos días sin carteles y yo, la verdad, sospechaba. Era el único cine del Barrio de la Concepción. Aunque yo soy de Ventas, es en la Conce donde vivo ahora. Y tengo un infinito cariño por ese cine, porque es el último reducto de los cines que marcaron mi infancia.

Ayer aparqué un momento en doble fila en la puerta y vi unas plantillas de recogidas de firmas e incluso un blog al que os enlazo más abajo y que os conmino a visita y dejada de firma de solidaridad.

Desgraciadamente me temo que estas iniciativas están abocadas al fracaso. Y no voy a hablar ni de la especulación inmobiliaria ni de puñetas. El propietario del cine habrá decidido cerrarlo por los motivos que le de la gana que para eso es suyo. Y si a mi me untaran de millones por algo así iba a tener en bastante poca consideración el sentimiento de unos pocos trasnochados, entre los que me incluyo.

Pero claro, estoy en el otro lado.

Cuando yo tenía 10 o 12 años, entre el metro de Quintana y Manuel Becerra funcionaban a pleno rendimiento los siguientes cines (si mi memoria no me falla): Mundial, Aragón, Canciller, San Remo, Voz, Becerra y Universal…. ¡¡¡ sólo el Canciller resistía ¡!!!.

Eran tiempos de bucata 45 pesetas y entresuelo 35. Sesión doble: una de chinos rara (de esas tipo El ojo del tigre) o de bandas callejeras post-nucleares precursoras de Mad Max (Los Warrios: amos de la noche) o españolada (Polvos Mágicos, con Alfredo Landa para cuyo acceso había que contar con el beneplácito del acomodador, conocido de toda la vida), o de flipar viendo Heavy Metal (a lo mejor antes ya le había dado alguna calada al porro de turno para enfatizar el efecto de esa película-comic). O me acojonaba con Al final de la escalera, o con Pánico en el Transiberiano, o con La Residencia. O emulaba al héroe del momento (Inframán). Está claro que no se contribuía a la mejora de la cultura cinematográfica de la ciudadanía, pero hacía que el cine cumpliera con la primera de sus finalidades: entretener.

Palomitas o patatas fritas de a 3 pelas. Y nada de fila de los mancos, ni palicilla con la colega de turno en la última fila. Eso era para los mayores.

Que yo era un niño, joder. Eran tiempos de Visite nuestro Bar, de No-Do y de Movierecord….

En fin, no me voy a poner sentimental, pero quería hacer una mención al final del Canciller. Con la esperanza (vana, lo sé) de que estas líneas pudieran contribuir a un giro en la situación.





http://www.salvemoselcanciller.blogspot.com/

20 comentarios:

Fidelio dijo...

Del blog "salvemos el Canci" extraigo una carta del actual arrendatario del cine, en el que explica los motivos del cierre. Esta carta, por lo visto, ha sido remitida a la asociación de vecinos del Barrio de la Concepción.

Carta del dueño:

"Estimado Sr. Sanchez Torrente:

Acusamos recibo de su amable e mail referente al cierre del Cine canciller. Ante todo quisiera agradecerle el interes suyo (y supongo tambien de otras personas) hacia el Cine Canciller.

Lamentablemente nos hemos visto obligados a su cierre, que dicho sea depaso, debieramos haber hecho hace ya un par de años, pero las pérdidas acumuladas en los ultimos tiempos hacen inviable totalmente su permanencia. En concreto desde la apertura de los cines Cine box de Arturo Soria el descenso de espectadores ha sido tremendo y la viabilidad del canciller se ha hecho imposible. Con los espectadores actuales era imposible cubrir siquiera los gastos del personal.

El cine no es de nuestra propiedad, sino alquilado, por lo que los motivos de su cierre han sido unica y exclusivamente los economicos. De hecho nuestro contrato de arrendamiento no ha vencido aun por lo que se hubierapodido mantener abierto con una asistencia mayor de publico.

Como comprenderá yo soy el primero que lamento su cierre, y no puede Vd. imaginarse cuanto lo siento. Pero las cosas son, desgraciadamente, asi y nada puedo hacer mas de lo quehe hecho en estos ultimos añosabsolutamente ruinosos. De nuevo, gracias por su interes.Reciba un cordial saludo,

Enrique Gonzalez Macho."

Dr. Malcolm dijo...

tres cosas (o cuatro, según me dé):

- es una pena que cierren los cines de barrio aunque, mucho me temo, es inevitable.

- lo que nos obligaría a replantearnos (si no fuera por la caló, que ha vuelto) los modelos de negocio y cultura del cine et alli

- el sr. de la carta, encima, no es el que se va a forrar con el cierre, ni los trabajadores del cine. Otra pena.

- alguien sabe si el cine que hay en santa engracia, arriba, casi en cuatrocaminos, va por el mismo camino? lo ví sin carteles hace poco.

- el dato idiota del día: hace unos meses, cuando me dió porque quería ser propietario inmobiliario estuve a punto, pero lo que se dice a punto, de comprar una preciosa solución habitacional (es lo que permite mi sueldo) con vistas al parque del Calero...

Dr. Malcolm dijo...

sólo una tontería:
falsa alarma con el conde duque de santa engracia. Se vé que pillé el día que estaban cambiando los carteles y se habían ido a comer los operarios.

Fidelio dijo...

Hola Doc, ésta es tu casa, ya lo sabes.

Es lo que tienen los cines, que cambian los carteles. No te creas que los primeros días en el Canciller no pensaba yo que a lo mejor iban por ahí los tiros. Menos mal que el Conde Duque sigue, otro clásico.

Si, es una lástima que el firmante de la carta ni siquiera es quien decide echar el cierre para forrarse, sino que es otra víctima.

Jopé, con lo que hubiera ganado el barrio con un insigne como tú. En mi caso entiendo lo de solución habitacional: en mi casa cuando entra el sol, me tengo que salir yo.

Hacia octubre, si eso, nos replantemos los modelos en una discusión seria y profesional de esas nuestras, en cualquier garito de Comendadoras. Incluso podríamos llamar a "el Popi" que seguro que tiene algo que aportar (en sentido literal....

Dr. Malcolm dijo...

gran filósofo el popi, sí señor...

Anónimo dijo...

Yo con el final de "Al final de la escalera" no me acojone, más que nada porque me salí antes. No pude aguantarla, supongo que lo recordarás. No la he vuelto a ver. La que he visto de nuevo (la baje de internet)es otro clásico del Cine Voz "Pánico en el Transiberiano" (de la que también me sálí) y, la verdad, no me fuí de casa de milagro.

Anónimo dijo...

El Sr. que firma la carta, muy pobrecillo no es. Es el principal exhibidor de nuestro país con más de 180 salas entre ellas los Renoir, productor, distribuidor... Es cierto que gracias a él hemos disfrutado de montones de películas en V.O., pero vamos que en la calle no se queda, es simplemente una cuestión de business. En cualquier caso un fastidio lo del Canci.
Te olvidas en la relación de cines en el entorno el Fantasio y el Groucho, donde veíamos las películas de tres en tres.

Anónimo dijo...

Mi padre se crío en Ventas y Yo en un reducto de mi corazón soy de allí también. Nació cuando todavía habia huertas y tomateras en la actual y galáctica M30. Vivía en la calle Francisco Altimiras, aunque nació en la calle de la Bondad en una de las impresionantes casas que se conservan todavía allí como si no hubiera pasado el tiempo. Estudió en el Caldeiro y se acabó casando con la que es mi madre. Yo también he estado en los "canci" y en los cines Tívolí que ya han cerrado y en el cine Madrid al que tenía muchísimo cariño. Los buenos tiempos no volverán. Todo mi apoyo moral. Anteayer murió mi abuelo y estoy machacado. Eso sí como dice un dicho clásico chino: morir sin desaparecer e ahí la longevidad.
Un paréntesis:(dime con quien vas y por qué no por donde vas y te diré quién eres)
El abuelito Santiago, el abuelo de m. y de 21 nietos más, los cines Canci, los cines Tívoli podrán morir, pero nunca desapacerer. Forman parte ya de un acervo de recuerdos, de vivencias que son sino nosotros mismos si una parte muy importante de lo que somos que no es otra cosa que una mezcla de río (Heráclito) y de mar u océano. Manrique lo dijo mejor: nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir, allí van los señorios derechos a se acabar e consumir, allí los ríos más grandes, los medianos y más chicos que llegados son iguales los que viven por sus manos y los ricos.

Fidelio dijo...

Anónimo, eres mas cagado que yo. Yo al menos aguanté hasta el final de Pánico en el Transiberiano. Eso sí, lo ví a través de los ojos de mi mano porque me tapaba los ojos (sigo haciendo esto 30 años después cuando muy muy muy de cuando en cuando me lían para ver una peli de miedo).

Al final de la escalera me la descargué hace poco de Internet para ver si me quitaba el trauma. En la escena en que George C Scott ve una pelota que era de su hijo, muerto en accidente, y sale a pasear con ella y la arroja a un estanque, y cuando vuelve a casa la pelota baja solita botando la escalera, mojada ella, sentí lo que suelo definir como "contracción escrotal" y me di cuenta que sigo siendo un acojonao.....

Fidelio dijo...

Carlos, gracias por la aclaración, ya veo que el firmante de la carta hambre, lo que se dice hambre, no va a pasar.

Cierto, el Fantasio y el Groucho. El Fantasio, en Ortega y Gasset pasó de ser un cine de programa doble a cine sesiones programáticas de esas, en las que una noche te podías ver seguidas 5 películas de Woody Allen.

Creo que la primera vez que me enamoré fue en el Fantasio viendo "La última sesión" de Peter Bogdanovich. Por supuesto de quien me enamoré fue de Cybill Sheperd...

Fidelio dijo...

M. siento muchísimo la noticia, socio.

Yo no conocí las huertas y tomateras pero si conocía la M30 como "la pista". Y no había problemas cuando se nos iba el balón para allá, porque no pasaban coches.

Algunos de los nos honran con su visita por aquí (en concreto el último anónimo casi con seguridad y carlosml) han estudiado en el Caldeiro. Y por supuesto, también son de Ventas. ¡¡ qué cosas, al final resulta que el mundo si que es un pañuelo !!

Yo, como algunos de los visitantes, estudié en el Santa Susana (en la plaza de América española), viví en Alejandro González (la calle del San Remo) y no me crié en la calle, pero me crié en el parque de la Fuente del Berro, por donde paseaba este sábado. ¡¡ qué pequeño se ha quedado la plazoleta donde pasaba interminables tardes de verano !!.

Anónimo dijo...

anonimo = roberto, es que soy muy perro para registrarme.

Anónimo dijo...

Soy el ultimo anónimo y todos los anteriores ,asín son las cosas

Fidelio dijo...

Anda que no lo sabía yo ni ná .... Roberto, rey ...

Anónimo dijo...

¿Cuándo unas cañas?. Yo vivo cerca tuya, tenemos que conocernos antes del Fidelio de la próxima temporada joder.

Fidelio dijo...

M., esto está hecho. Me piro de vacaciones en breve (bien merecidas, by the way), pero nos hablamos a finales de agosto y nos tomamos unas cañas.

Anónimo dijo...

Los cines de mi infancia fueron los Excelsior, en el Puente de Vallekas. Sesiones matinales de pelis de griegos con falda, espada y escudo, luchando con monstruos de plastilina, ataques alienígenas con unos rayos que teñían todo el fotograma de un filtro rojo (acompañado del inevitable soniquete chuiiiiiiiin, chuiiiiin) y sí, muchas de chinos vestidos com pijamas negros de Simago y bailarinas de fieltro en los pies, ah y las uñas Fu Manchú, que todavía me tocó. Las que más me gustaban eran las de Julio Verne en plan Robinsones, contruyendo empalizadas y llenando cocos de pólvora. Joder, eso sí que era disfrutar 50 pets + el Tablerone. No recuerdo haberme aburrido nunca.

Fidelio dijo...

Satinado, ¿tal vez fue en los Excelsior donde viste Inframan? Pero nada como esa versión original en japonés que nos hemos conseguido.

Esos griegos con falda me suenan a pelis horribles tipo "Jasón y los argonautas". Yo también me las chupaba, y me encantaban...

... estas son las noches que elige Fu Man Chu para atacar ..... ya sabes.

Reconozcámoslo: el Toblerone, con esa forma piramidal que tenían onzas, se me clavaban en el cielo de la boca.

A mi versión de libro de Julio Verne me encantó 20.000 leguas de viaje submarino. ¡cómo molaba la escena en la que Kirk Douglas mataba al pulpo gigante en la cubierta del Nautilus!

Anónimo dijo...

La verdad es que el cierre de cines de barrio es una pena.

Cada vez hacen más multicines mastodónticos a las afueras, donde hay que reconocer que son más cómodos al ofrecer plazas de aparcamiento gratuitas (más facil que meterte a buscar aparcamiento por el centro...), enormes tiendas con todo tipo de chucherías para meterte en la sala y como 10 ó 12 pelis diferentes donde elegir.

Es una pena desde luego, la "globalización" famosa llega también a las salas de cine.

Yo de mi infancia también recuerdo el ya desaparecido Juan de Austria, allá por el final de Príncipe de Vergara.

Un saludo y felicidades por tu blog fidelio.

Fidelio dijo...

Hola Travis,gracias por venir. Has dicho algo importante: al final somos los consumidores los que, habiendo cambiado nuestros hábitos, condicionamos este tipo de cosas. Estoy de acuerdo, en un momento dado es el hecho de que optemos por multicines de Centro Comercial, donde proyectan 12 pelis y hay de todo, lo que produce el cierre de los cines tradicionales.