Escribo estas líneas por prescripción facultativa: instrucción expresa del Dr. Malcolm. Así que las reclamaciones, al Colegio de Médicos.
Ya os anticipé mi vista al Aquopolis de San Fernando de Henares del sábado pasado en compañía de mis dos retoños.
La llegada no pudo ser más desalentadora. El aparcamiento es una inmensa explanada llena de cardos y hierbas secas con multitud de insectos, con una temperatura ligeramente más cálida que la del desierto de Arizona en las horas centrales del día, vigilado por individuos de dudosa reputación y, con total seguridad, amplio historial delictivo.
Consejo nº 1: guárdate de los Idus de marzo.
Consejo nº 2: cuídate de los sitios donde te hacen foto a la entrada: parque de atracciones, zoo, aquópolis y prisiones estatales.
Cola para sacar las entradas. Mucha cola. Demasiada cola. Hay campamentos de refugiados con menos cola cuando reparten la ayuda humanitaria.
Lo sé: para ser de Ventas y pasar gran parte de mi infancia yendo a la piscina de La Elipa, con mi Turbo negro con banda lateral amarilla marcando lo que los ingleses llaman el “lunchbox” sueno demasiado aburguesado y clasista. Pero entendedme: jamás había estado tan cerca de tantas “Yessicas” “Yonatanes” “Desirees” y “Kevins”. ¿es que nadie se llama aquí con nombre de santo de los de toda la vida, con su día del año y habiendo sido sometido a su pertinente martirio?
¡¡ Vaaaaane!! (grita una madre agitanada a su hija adolescente que intuyo se llama Vanessa). ¡¡ no te rasques el chichi con la “toballa” que se te “inrita”. ¡¡Kevin, te he dicho cienes y cienes de veces que no te hurgues la nariz ¡! (ignorante, la madre, si supiera las cosas que se debe meter Kevin por la nariz, con sus 15 añitos, pelo a lo mohicano, coletita rizadita por detrás y camiseta de Manowar).
Consigo entrar y encontramos una pequeña parcelita de hierba sin demasiado lodo con algo de sombra. Claro, ¿quién la va a ocupar? Está a los pies de un poste con altavoces de los que, durante las siguientes 7 horas, y en claro alarde de contaminación acústica, sólo iba a salir, alternativamente, uno de los siguientes sonidos:
Jingle corporativo infernal (Veeen, al aquópolis veeeeeen que te vas a divertiiiiiiir).
Avisos con voz nasal a que el propietario del coche con matrícula tal lo retire del aparcamiento.
Ni una sola palabra, ni besos ni miradas apasionadas ni rastro de los besos que antes me dabas hasta el amanecer é é é… (os lo aseguro, no solo Paulina Rubio cansa tantas horas seguidas; incluso el Andante Sostenuto del Concierto nº 2 de Saint Säens, superadas las 6 horas seguidas de audición, empalaga).
Los niños impacientes demandan su ración de adrenalina en los toboganes de diversa longitud, inclinación y forma que por doquier salpican lo que viene siendo la propia piscina o pileta (para posibles lectores argentinos). Yo, padre responsable y abnegado, demoro su ilusión embadurnándoles del pertinente protector solar del 30 a pesar de mi aversión a las cremas (antes de ser metrosexual, entiéndaseme), y nos dirigimos a la primera de las atracciones: los ríos. Coronando una cuesta, 4 toboganes intrincados de diferentes colores por los que debemos deslizarnos para que, tras unos cuantos zigzags a velocidades vertiginosas, acabemos siendo escupidos a la piscina central. ¿para qué los carteles indicando que la postura correcta es tumbado con los brazos en cruz sobre el pecho? ¿Para qué los monitores con pitos llamando la atención a las hordas calorras? ¡¡¡ todos se tiran de cabeza ¡!!
¿os acordáis de ese agradable cosquilleo en el bajo vientre cuando íbamos sentados de pequeños atrás en el coche y la carretera tenía un cambio de rasante? ¡¡¡ multiplicadlo por cien mil, y tendréis una idea aproximada de la experiencia ¡!! Afortunadamente, durante el descenso, el hecho de que vinieran a mi cabeza expresiones como “traumatismo craneal”, “pérdida de masa encefálica”, o “conmoción cerebral” evitaron lo que sin duda hubiera sido una más que ostentosa erección.
Fue al salir del agua después de los toboganes cuando la vi. Para no verla ¡estaba delante de mí subiendo la escalera para salir del agua! Si hubiera sido un poco más de noche y el agua hubiera sido un poco más turbia podría perfectamente haber pensado que me encontraba junto a la criatura del pantano. ¿cómo describirla? Su contemplación me hizo, casi de forma refleja, pensar en Oscar Wilde, en el noble Petronio y en el Beau Brummel y en como se removerían en sus tumbas en lo que a todas luces era un atentado contra el buen gusto, la estética, la decencia e incluso la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal.
Imaginad por un momento a Laetitia Casta. ¿la tenéis? Mona ¿eh? ¡Bien!. Ahora imaginad una mujer justamente todo lo contrario. ¿la tenéis? Repelente ¿eh?. Sigamos: ponedle un moño de esos altos, unas uñas muy largas naranjas, mucho mucho mucho colorete, base, rimel, rizador de pestañas. ¿me seguís? Rematemos esa composición del averno con un tanga por cuyos lados se derrama lo que viene siendo un culo que para ser tapado más que tanga hubiera requerido un parapente. Y ahora la guinda: a modo de faldita una especie de cancán ¿se llaman así? Hecho de alambres adornados con bolitas celestes…. ¡¡ Dios de bondad ¡! Os prometo que estuve a punto de levantar los brazos y, en nombre de la Humanidad, rendirme a la invasión alienígena. Con una mujer como esa un hombre no hace el amor. Con una mujer como esa un hombre se ayunta.
Fue entonces cuando decidí que el mundo es de los valientes. Poco podía yo perder a estas alturas. Y cogiendo a mis niños en un ejercicio de improvisada osadía nos dirigimos al Kamikaze: la madre de todos los toboganes, Sancta sanctorum del Aquopolis. Un lugar donde se entra y no se sabe bien si se llegará a salir. Una especie de desierto de Taklamakan pero de todo a cien. Un lugar solo visitado por la flor y nata de la fauna poligonar, que diría Colette, empadronada en alguna población del corredor del Henares. Un lugar donde tienes que tener coletita, pendientes, tatuajes, masiva presencia de sarro y una inusitada longitud en las uñas de los pies (y preceptivamente en la del meñique de la mano).
Subiendo las escaleras del Kamikaze dejé por un momento de oír a Paulina Rubio y me pareció escuchar los primeros acordes de La Marcha al Suplicio de la Sinfonía Fantástica de Berlioz.
Esta vez no vinieron a mi mente términos usados en los departamentos de traumatología. La expresión era bien distinta en esta ocasión: me voy a dar tal hostia que no me va a doler tanto el golpe como el hambre que voy a pasar por el camino. Mientras me deslizaba a velocidades supersónicas sin tocar el suelo (he levitado, por fin, y sin estigmas) me venía a la cabeza Roger Moore haciendo de 007 en Moonraker cuando le meten en una máquina para entrenar astronautas. Casi podía ver como iba perdiendo masa corporal. Yo ya no necesito ir a Acapulco para tirarme de acantilado ese….
Vuelta a casa. Operaciones retorno de vacaciones con menos coches he visto yo. Los niños han disfrutado. Hasta el verano que viene, Dios mediante.
Ya os anticipé mi vista al Aquopolis de San Fernando de Henares del sábado pasado en compañía de mis dos retoños.
La llegada no pudo ser más desalentadora. El aparcamiento es una inmensa explanada llena de cardos y hierbas secas con multitud de insectos, con una temperatura ligeramente más cálida que la del desierto de Arizona en las horas centrales del día, vigilado por individuos de dudosa reputación y, con total seguridad, amplio historial delictivo.
Consejo nº 1: guárdate de los Idus de marzo.
Consejo nº 2: cuídate de los sitios donde te hacen foto a la entrada: parque de atracciones, zoo, aquópolis y prisiones estatales.
Cola para sacar las entradas. Mucha cola. Demasiada cola. Hay campamentos de refugiados con menos cola cuando reparten la ayuda humanitaria.
Lo sé: para ser de Ventas y pasar gran parte de mi infancia yendo a la piscina de La Elipa, con mi Turbo negro con banda lateral amarilla marcando lo que los ingleses llaman el “lunchbox” sueno demasiado aburguesado y clasista. Pero entendedme: jamás había estado tan cerca de tantas “Yessicas” “Yonatanes” “Desirees” y “Kevins”. ¿es que nadie se llama aquí con nombre de santo de los de toda la vida, con su día del año y habiendo sido sometido a su pertinente martirio?
¡¡ Vaaaaane!! (grita una madre agitanada a su hija adolescente que intuyo se llama Vanessa). ¡¡ no te rasques el chichi con la “toballa” que se te “inrita”. ¡¡Kevin, te he dicho cienes y cienes de veces que no te hurgues la nariz ¡! (ignorante, la madre, si supiera las cosas que se debe meter Kevin por la nariz, con sus 15 añitos, pelo a lo mohicano, coletita rizadita por detrás y camiseta de Manowar).
Consigo entrar y encontramos una pequeña parcelita de hierba sin demasiado lodo con algo de sombra. Claro, ¿quién la va a ocupar? Está a los pies de un poste con altavoces de los que, durante las siguientes 7 horas, y en claro alarde de contaminación acústica, sólo iba a salir, alternativamente, uno de los siguientes sonidos:
Jingle corporativo infernal (Veeen, al aquópolis veeeeeen que te vas a divertiiiiiiir).
Avisos con voz nasal a que el propietario del coche con matrícula tal lo retire del aparcamiento.
Ni una sola palabra, ni besos ni miradas apasionadas ni rastro de los besos que antes me dabas hasta el amanecer é é é… (os lo aseguro, no solo Paulina Rubio cansa tantas horas seguidas; incluso el Andante Sostenuto del Concierto nº 2 de Saint Säens, superadas las 6 horas seguidas de audición, empalaga).
Los niños impacientes demandan su ración de adrenalina en los toboganes de diversa longitud, inclinación y forma que por doquier salpican lo que viene siendo la propia piscina o pileta (para posibles lectores argentinos). Yo, padre responsable y abnegado, demoro su ilusión embadurnándoles del pertinente protector solar del 30 a pesar de mi aversión a las cremas (antes de ser metrosexual, entiéndaseme), y nos dirigimos a la primera de las atracciones: los ríos. Coronando una cuesta, 4 toboganes intrincados de diferentes colores por los que debemos deslizarnos para que, tras unos cuantos zigzags a velocidades vertiginosas, acabemos siendo escupidos a la piscina central. ¿para qué los carteles indicando que la postura correcta es tumbado con los brazos en cruz sobre el pecho? ¿Para qué los monitores con pitos llamando la atención a las hordas calorras? ¡¡¡ todos se tiran de cabeza ¡!!
¿os acordáis de ese agradable cosquilleo en el bajo vientre cuando íbamos sentados de pequeños atrás en el coche y la carretera tenía un cambio de rasante? ¡¡¡ multiplicadlo por cien mil, y tendréis una idea aproximada de la experiencia ¡!! Afortunadamente, durante el descenso, el hecho de que vinieran a mi cabeza expresiones como “traumatismo craneal”, “pérdida de masa encefálica”, o “conmoción cerebral” evitaron lo que sin duda hubiera sido una más que ostentosa erección.
Fue al salir del agua después de los toboganes cuando la vi. Para no verla ¡estaba delante de mí subiendo la escalera para salir del agua! Si hubiera sido un poco más de noche y el agua hubiera sido un poco más turbia podría perfectamente haber pensado que me encontraba junto a la criatura del pantano. ¿cómo describirla? Su contemplación me hizo, casi de forma refleja, pensar en Oscar Wilde, en el noble Petronio y en el Beau Brummel y en como se removerían en sus tumbas en lo que a todas luces era un atentado contra el buen gusto, la estética, la decencia e incluso la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal.
Imaginad por un momento a Laetitia Casta. ¿la tenéis? Mona ¿eh? ¡Bien!. Ahora imaginad una mujer justamente todo lo contrario. ¿la tenéis? Repelente ¿eh?. Sigamos: ponedle un moño de esos altos, unas uñas muy largas naranjas, mucho mucho mucho colorete, base, rimel, rizador de pestañas. ¿me seguís? Rematemos esa composición del averno con un tanga por cuyos lados se derrama lo que viene siendo un culo que para ser tapado más que tanga hubiera requerido un parapente. Y ahora la guinda: a modo de faldita una especie de cancán ¿se llaman así? Hecho de alambres adornados con bolitas celestes…. ¡¡ Dios de bondad ¡! Os prometo que estuve a punto de levantar los brazos y, en nombre de la Humanidad, rendirme a la invasión alienígena. Con una mujer como esa un hombre no hace el amor. Con una mujer como esa un hombre se ayunta.
Fue entonces cuando decidí que el mundo es de los valientes. Poco podía yo perder a estas alturas. Y cogiendo a mis niños en un ejercicio de improvisada osadía nos dirigimos al Kamikaze: la madre de todos los toboganes, Sancta sanctorum del Aquopolis. Un lugar donde se entra y no se sabe bien si se llegará a salir. Una especie de desierto de Taklamakan pero de todo a cien. Un lugar solo visitado por la flor y nata de la fauna poligonar, que diría Colette, empadronada en alguna población del corredor del Henares. Un lugar donde tienes que tener coletita, pendientes, tatuajes, masiva presencia de sarro y una inusitada longitud en las uñas de los pies (y preceptivamente en la del meñique de la mano).
Subiendo las escaleras del Kamikaze dejé por un momento de oír a Paulina Rubio y me pareció escuchar los primeros acordes de La Marcha al Suplicio de la Sinfonía Fantástica de Berlioz.
Esta vez no vinieron a mi mente términos usados en los departamentos de traumatología. La expresión era bien distinta en esta ocasión: me voy a dar tal hostia que no me va a doler tanto el golpe como el hambre que voy a pasar por el camino. Mientras me deslizaba a velocidades supersónicas sin tocar el suelo (he levitado, por fin, y sin estigmas) me venía a la cabeza Roger Moore haciendo de 007 en Moonraker cuando le meten en una máquina para entrenar astronautas. Casi podía ver como iba perdiendo masa corporal. Yo ya no necesito ir a Acapulco para tirarme de acantilado ese….
Vuelta a casa. Operaciones retorno de vacaciones con menos coches he visto yo. Los niños han disfrutado. Hasta el verano que viene, Dios mediante.
31 comentarios:
Fidelín querido, tienes la virtud de hacerme reir a carcajadas leyéndote, cosa muy poco habitual en mi, te lo aseguro.
Te comunico asimismo, que una vez fui (a mis tiernos 16) socorrista en un parque acuático del mismo nombre pero situado en la zona noroeste de Madrid. Pantaloncito rojo, camiseta blanca, silbatito rojo y estridente y salvavidas tipo "los vigilantes de la paya"...ahhh, y cangrejeras (pues no me quedó una bella marca de moreno a ryas en los pies!!!)
Colette, gracias. Si consigo hacerte reír, y encima es poco habitual.... ¿qué puedo decir? Pues que me siento muy orgulloso y muy feliz. Ale.
Hmmmm, tu imagen adolescente en pantaloncito rojo y camiseta blanca con el silbatito....¡¡ Fidelio, aparta esos pensamientos, viejo verde !!
Fidelio:
a mí tu excursión del otro día me recuerda al día a día de la no tan bella localidad costera en la que trabajo ( y casi vivo ).
Colas de visitantes en un supermercado que en invierno es sólo para mí, todos vestidos con la camiseta del equipo de fútbol de su pueblo y recordando el tan por mí odiado " es que en Madrizzz.. " ó " es que en Bilbaooo.. ".
Mi tranquilo paseo marítimo es ahora como una calle del rastro en la que debo circular sin salirme del carril imaginario, guardando rigurosas distancias y adelantar siempre por la izquierda después de haber marcado el movimiento, no vaya a ser que el visitante comepipas que llevo pegado a la oreja tropiece y acabe sus vacaciones sin poder bajar a una playa en la que hay que poner la sombrilla a las siete de la mañana para coger "turno de baño".
Perdón, se me va la bola. Estoy empezando a atacar demasiado. Todo venía porque yo vivo como en un inmenso parque acuático, con sus Vanes, sus Jenis y sus Kevins, nacionales y extranjeros.
A tus pies, rey.
Idolatrada Sureña:
Convendrás conmigo en que un Kevin nacido por ejemplo en Ottery Saint Mary (East Devon) tiene un cierta justificación frente a otro nacido Villanueva de la Serena.
Mensaje comprendido: no volveré a ponerme la equipación del Real Madrid para dar un paseo junto al mar, por muy cómodo que resulte (lo cierte es que las botas me hacen rozadura).
Tranquila. Pasará el verano. Y los hijos de la Gran Bretaña volverán a sus minas de Sheffield, a sus autobuses de West Yorkshire y a sus groceries de Inverness. Y mientras tanto, los British de upper class seguirán veraneando en la Côte Azur blanqueando capitales desde sus offshore de las islas anglonormandas.... ¿y sabes qué? creo que me quedo con nuestras Yesis ....
Me ha encantado!
Nos hemos desternillado, a la par, el agrio de mi compi de piso y yo. Así que si te parece un logro hacer reír a la Colette, hacer reír al limón de Alcorcón tiene muchiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo mérito.
Dios mio!!!
Por Castellón tambien se han derramado lagrimas de risa... ay ay..por aqui el terror se llama Aquarama y la semana pasada me libré de ir acompañando a 20 niños con diabetes en su excursion acuatica anual..
alabemos al seññor
Hombre, yo sabía que tenías gracia pero esque esta vez he llorado de risa, solo de imaginarme tu cara en esa situación..me parto!
Muy bueno!!
Yrugg, Sonia: Muchas gracias.
Que mi sufrir ante el visionado del adefesio del tanga haya servido al menos para arrancaros unas risas. Y ella que de gracias a Dior que soy de ventas y no un iracundo marino finlandés, porque de haber sido así la hubiera arponeado.
Sencillamente, Deslumbrante!!!! por cierto, ¿así que tu ibas a la Elipa no? si es que con esos vecinos que nos pusieron a lao de las isntalaciones, ¿que esperabas?
Muchas gracias freeke. Ostras, a lo mejor tú puedes decirme el motivo por el que en La Elipa NUNCA estaba llena la piscina que tenía trampolín. Un trauma de la infancia, socio.
Si, los vecinitos se las traían (y se las siguen trayendo...)
Lo de la vieja del culo"tte" no tiene nada que ver pero me ha recordado el infierno que pinta Pasolini creo recordar que en los cuentos de Canterbury, en el que éste son culos "trabajando" en una especie de estercolero. Dios nos libre de semejante sempiternidad. Yo por eso soy bueno o intento serlo no vaya a ser que acabe en semejante pozo sin fondo. Irte al Aquopolis, ¿a quién se le ocurre?.
Todo es relativo M. Para un asiduo a la coprofilia ese infierno de Pasolini sería, precisamente, el paraíso.
Los niños, ya sabes, son los que me obligan a visitar esos lugares ....
Por cierto, 600 visitantes en el blog. Gracias al contador que me enseñó Lol a instalar. Sencillamente no me lo creo...
Por cierto, 600 visitantes en el blog. Gracias al contador que me enseñó Lol a instalar. Sencillamente no me lo creo...
Cuando llegues a 666 hay que festejarlo con otra canción demoniaca de Venom. No caigas en el relativismo del que nos advierte en su ultima encíclica Benedicto. Para un coprofilo el infierno que pinta pasolini es el paraiso, vale. Pero para mi sería sencillamente la condenación por mis innumerables pK2. La fuerza de la gravedad que descifro, o creyo descifrar, Newton al caerle una manzana es la que hace que todo caiga. Con lo bonitos que son unos pechos tersos y al sol, gracias a Dios la vieja del culo"tte" no hacia top less. Lentejas comida de viejas."Lentejones" comida de mari... Esas que comía los viernes Alonso Quijano el Bueno para mostrar lo cristiano que era con algún palomino de añadidura los domingos. Alea jacta est.
Cuando llegues a 666 hay que festejarlo con otra canción demoniaca de Venom. No caigas en el relativismo del que nos advierte en su ultima encíclica Benedicto. Para un coprofilo el infierno que pinta pasolini es el paraiso, vale. Pero para mi sería sencillamente la condenación por mis innumerables pK2. La fuerza de la gravedad que descifro, o creyo descifrar, Newton al caerle una manzana es la que hace que todo caiga. Con lo bonitos que son unos pechos tersos y al sol, gracias a Dios la vieja del culo"tte" no hacia top less. Lentejas comida de viejas."Lentejones" comida de mari... Esas que comía los viernes Alonso Quijano el Bueno para mostrar lo cristiano que era con algún palomino de añadidura los domingos. Alea jacta est.
Hay tantos misterios sin resolver: ¿le gustarán a colette los rolling?, ¿practico Cervantes en la carcel el seso con otros marineros?. El infierno de Pasolini esta ahí y no es relativo. El Tadzio de Visconti esta ahí y la muerte con cámara cenital sobre la playa del "admirador" de Tadzio esta ahí también y encima con música de Mahler. Es el colmo de los colmos fidelín.
Estoy con el Icky thump de The white stripes y el Easy tiger de Ryan Adams en las manos y en las orejas y no me marcho a Bilbo. Que la música suene en tu vida Fidelio.
Pobre George W. Bush, ese si que irá al infierno que pinta Pasolini, eso si si es coprofilo, si no no se puede entender a semejante animal, el tío encima tendrá premio. Me gusta más la versión del disco (political manifest) pero no hay otra en el You tube.
Gracias a Dior, un modista tenía que ser, la salvación existe. Arrepentiros pecadores. Me estoy pasando con las entradas, te dejo Fidelio hasta otra. Además tengo que irme que cojones.
M. Estás en tu casa. Lo único que te pido es que al irte dejes los cacharros fregados y me cierres al gas.
Anoche Stabat Mater de Pergolesi. Tengo que hacer una entrada un día de estos sobre esta pieza.
Cervantes, preso en Argel y manco. Las posibilidades de seso (al menos en la versión amor propio) quedaron reducidas a un 50 %.
¡ JP2 Santo ya! (Colette, tú nos guías)
El periodo barroco es el que más gusta de todos los que ha habido(Bach e incluso el Renacimiento: Antonio de Cabezón, etc...) y el Stabat Mater de Pergolesi, en fin, es mucha tela de modisto, por dior.
Además de ser uno de los poemas con más versiones musicales de la historia. Te dejo los cacharros fregados y la cama hecha. Me voy de la rue del percebe al puppy del Guggenheim, punto de encuentro donde los haya. Venga ahora si que me voy.
Osti, cuanto comentario.
Fidelio, Yrrug es mi hermana de mis entrepaños y entretelas. Como ves, compartimos sentido absurdo del humor.
POr lo demás... creo que iré a Acuarama a comprobar si todo eso es cierto. Dioses!
Lol, hermosa, lo sé pero gracias por la aclaración. Sigo la carrera de tu "sis" desde el agro-thriller del pepino .... Un futuro tan prometedor en el star system no me pasa desapercibido.
Fidelio: mejor que el contador de visitantes, resulta más productivo este link: http://www.business-opportunities.biz/projects/how-much-is-your-blog-worth/
Enhorabuena por el blog. Con unas cuantas visitas más, se multiplicará el valor. Ánimo, ya queda menos para retirarte.
Glub. Creo haber sido la visita 666.
carlosml, tocayo. Muchísimas gracias por pasarte por aquí y por tu link. De momento voy por más de 1.800 dólares. Cuando haya 3 ceros más, os escribiré desde algún lugar de la Polinesia francesa. De momento, me llega para Aluche ...
Anónimo: Tú tranquilo con lo del visitante 666. Mientras la cabeza no te de vueltas, se te pongan los ojitos del revés, vomites cosas verdes y de pronto hables un mazo de idiomas de los que no tenías nociones, no te preocupes.
Si, si. Mucho kamikaze, mucho Looping, pero esto ya no es lo que era. Donde esté el tipico rio en pueblo donde ibas con toda la familia, la colcha para el suelo, la tortilla y los filetes de pollo empanados, el vino de garrafa y la botella de cristal de Casera... Eso si que era aventura: Meterte en unas aguas que provenían directamente del deshielo, (está "fresquita", decía el abuelo Pepe, el que habia luchado en la guerra), pisando descalzo los cantos rodados (algunos no tan rodados como desearíamos), luchar contra corrientes imposibles, sorteando pozas inexcrutables, saltar desde rocas imposibles al memorable estilo de "bomba"... Vamos que ni el mismo Rambo hubiera sobrevivido, y nosotros aquí, tan lozanos!!!
Yo tengo en mi casa una botella de cristal de La Casera de las de toda la vida, Ender. Y la guardo como un tesoro, no te creas.
O sea, pa que yo me entere, los domingueros de al lado de La Pedriza/ Los Molinos / Entrepeñas que montaban tanto follón ¿érais vosotros?
Yo era el de la familia de al lado, el que siempre acababa sangrando y con puntos.....
Si, si. Mucho kamikaze, mucho Looping, pero esto ya no es lo que era. Donde esté el tipico rio en pueblo donde ibas con toda la familia, la colcha para el suelo, la tortilla y los filetes de pollo empanados, el vino de garrafa y la botella de cristal de Casera... Eso si que era aventura: Meterte en unas aguas que provenían directamente del deshielo, (está "fresquita", decía el abuelo Pepe, el que habia luchado en la guerra), pisando descalzo los cantos rodados (algunos no tan rodados como desearíamos), luchar contra corrientes imposibles, sorteando pozas inexcrutables, saltar desde rocas imposibles al memorable estilo de "bomba"... Vamos que ni el mismo Rambo hubiera sobrevivido, y nosotros aquí, tan lozanos
Yo ya he vivido esto. Pensaré sobre ello. Hmmm...Agghhhhhh. Muak.Mipichipicopodelpebaparriopodepelapaconpocepe.
Toma ya.
¡¡¡ toma ya !!!!
Supurepeñapa
(vamos a imponer el idioma "pera". Empezaré por el blog y acabará, algún día, incluso en los comunicados oficiales. Tanto esperanto pa ná)
Publicar un comentario