martes, 22 de julio de 2008

Ground Control to Major Tom ....

Año estelar 2008.

Mi nave toma tierra en Palma de Mallorca. Misión: Reunión de alto nivel de la Confederación Galáctica. Coordenadas: 45GHtYWWR7. Punto de encuentro: 5940pJ896

Pido a mi ordenador que me indique las coordenadas y el punto de encuentro en modo local: Santa Ponça, Hotel Pionero.

Algo no va bien. No, no me refiero a que la habitación del hotel es claramente inferior en categoría a la que por mi rango en la Confederación debería corresponderme.

Está claro que la habitación, técnicamente, no es censurable: cama, armario, tele, mesilla de noche, cuarto de baño, caja fuerte, minibar. Lo que sucede es que está todo hecho a escala.

Digámoslo claramente: sería algo parecido a una suite de lujo si yo fuera liliputiense.

Digámoslo más claramente todavía: una erección, por incipiente que fuera, me obligaría irremediablemente a sacar parte de mi anatomía fuera de la habitación.

Hotel Pionero. Aquí veranean los putos Pin y Pon. Si no, no lo entiendo.

Pero no. No es eso lo que me hace que tenga la mosca tras la oreja. ¿Dónde están los nativos? Por un momento pienso que algún científico loco, contrariado por los recientes éxitos deportivos de España, ha envenenado el agua o el aire de forma letalmente selectiva, para que afecte únicamente a las personas de nacionalidad española. La población local ha sido, simple y llanamente, sustituida por una humanoides de distintos sistemas estelares con solo dos denominadores comunes: ingente cantidad de tatuajes y un color de piel sospechosamente rosáceo.

Paro en un kiosco. Compro El Mundo y Muy Interesante. Four ninety five. Doy 5 euros. Afortunadamente hay suficiente. Nadie parece entender mi idioma. Todos los empleados del hotel llevan chapas con su nombre: Helga, Miroslaw, Rania, Chiara…. Impido que se cierre el ascensor para que entre una niña pecosa con los ojos muy claros. Un simple “Gracias, Danke, Thank you or Mercy” queda sustituido por una perorata en una lengua, seguramente germánica, que hubiera hecho que en ese mismo momento si yo llego a ser Primo Levi, me hubiera ido por la pata abajo al compartir ascensor con alguien que te habla de forma que te crees que subes con el mismísimo Himmler.

La llave no abre el minibar. Tengo sed. El agua del grifo sabe igual al agua que rodea algunos atolones del Pacífico. En el hall hay una máquina. Medio litro de Aquabona 2,80 euros. Doy un puñetazo a la pared tras beber el primer trago para ver si la tumbo. No, el precio del agua no incluye superpoderes. Necesito una farmacia para comprar tiritas para los nudillos. Aquí no hay farmacias, hay apothekes.

Decido bajar a la piscina. ¿dónde está Wally? Es fácil, soy yo. ¿no lo ves? Soy la única cabeza que sobresale del agua con algo de pelo moreno encima. El resto de bañistas harían parecer watusi a la mismísima cabalgata de las valkirias.

Ground Control to Major Tom, Ground Control to Major Tom….

Seguiremos informando.




4 comentarios:

Is dijo...

Lo único nativo es aquabona, y para lo que es no merece ni la pena :S

Esperemos noticias positivas de este show de truman patrio que le esta tocando vivir

Lola Steiner dijo...

Esto es la invasión!

Anónimo dijo...

Cuando subiste en el ascensor con la niña, ¿estas seguro que no era uno de los niños de "el pueblo de los malditos"?

Fidelio dijo...

Traaaaaaaaaaaaaaviiiisssssss. ¡¡¡ eres casi casi casi tan friki como yo, jodío !!!