El domingo voy al fútbol. Viene mi amigo Gordon de Edimburgo y como él me llevó a ese pedazo de duelo en la cumbre entre el Hearts de Midlothian y el Kilmarnock , en justa reciprocidad le voy a llevar a ver el Real Madrid - Getafe del próximo domingo.
Y pensando en ello he recordado la primera vez que fui al fútbol con mi padre, a ver un partido de copa entre el Madrid y el Racing, que ganó el Madrid por 5 a 1. Yo debía tener 8 o 9 años y claro, flipé. Nos fuimos en el 43 y viví un previo a un partido en Chamartín (mi padre siempre llamaba Chamartín al Santiago Bernabeu). Allí estaban Juanito, Santillana, Benito, Miguel Angel, Pirri ..... y él: Ulrich Stielike. Que yo recuerde, el mejor central que ha dado el Madrid. Internacional con Alemania en incontables ocasiones y un auténtico crack. Jopé, y he recordado que tengo el autógrafo que me firmó pegado en mi nevera.
Ale autógrafo nº 1 y penúltimo de mi colección (pésima calidad la foto que acabo de hacer, ya, ya, no me lo digáis)
Debía ser por aquella época cuando yo, nada ducho en música y por tanto sin ninguna tendencia musical influyéndome, tuve la suerte de que cayera en mis manos una cinta de Chopin que debía tener mi padre en el coche. Fue escuchar el nocturno nº 2 y la polonesa nº 23 y caí irremediablemente en la pasión desaforada por la música clásica. Luego vino la 5º del divino divino Ludwig van, luego la Heroica y a los pocos días, Oh Freunde nicht diese Töne, la 9ª dirigida por Karajan. ¡No he vuelto a sentir nunca nada parecido a lo que sentí escuchando el Scherzo de la novena! Versión Berliner Philharmoniker diréctamente bajo la batuta de Dios. De hecho todavía, los Viernes Santo, como hacía Wagner, escucho la 9ª como un homenaje a mi mismo. (ahora los Viernes Santo también son especiales por otro motivo). Total, que escribí a Polydor, que me remitieron a Deutsche Grammophon, que me refirieron a la secretaria de Karajan en el Festpielhaus de Salzburgo. Y le escribí una carta, con toda la tontuna y toda la inocencia que puede tener un niño de 10 años al que el virus de Beethoven le empezaba a correr por las venas.
Y a los pocos días, a vuelta de correo, mi autógrafo nº 2 y último de mi colección:
Tuve un intento para un tercer autógrafo. Ya debía tener 12 o 13 años y me encontré con Ana Belén en la Plaza de Toros que salia del recital que acababa de dar, y al que yo asistí. Le pedí un autógrafo, cortado, educado, simpático.... y la hija de su madre me dijo que si quería un autógrafo se lo pidiera a Julio Iglesias ..... Jódete, Ana, que se te nota el botox lo que no está escrito ....
Y pensando en ello he recordado la primera vez que fui al fútbol con mi padre, a ver un partido de copa entre el Madrid y el Racing, que ganó el Madrid por 5 a 1. Yo debía tener 8 o 9 años y claro, flipé. Nos fuimos en el 43 y viví un previo a un partido en Chamartín (mi padre siempre llamaba Chamartín al Santiago Bernabeu). Allí estaban Juanito, Santillana, Benito, Miguel Angel, Pirri ..... y él: Ulrich Stielike. Que yo recuerde, el mejor central que ha dado el Madrid. Internacional con Alemania en incontables ocasiones y un auténtico crack. Jopé, y he recordado que tengo el autógrafo que me firmó pegado en mi nevera.
Ale autógrafo nº 1 y penúltimo de mi colección (pésima calidad la foto que acabo de hacer, ya, ya, no me lo digáis)
Debía ser por aquella época cuando yo, nada ducho en música y por tanto sin ninguna tendencia musical influyéndome, tuve la suerte de que cayera en mis manos una cinta de Chopin que debía tener mi padre en el coche. Fue escuchar el nocturno nº 2 y la polonesa nº 23 y caí irremediablemente en la pasión desaforada por la música clásica. Luego vino la 5º del divino divino Ludwig van, luego la Heroica y a los pocos días, Oh Freunde nicht diese Töne, la 9ª dirigida por Karajan. ¡No he vuelto a sentir nunca nada parecido a lo que sentí escuchando el Scherzo de la novena! Versión Berliner Philharmoniker diréctamente bajo la batuta de Dios. De hecho todavía, los Viernes Santo, como hacía Wagner, escucho la 9ª como un homenaje a mi mismo. (ahora los Viernes Santo también son especiales por otro motivo). Total, que escribí a Polydor, que me remitieron a Deutsche Grammophon, que me refirieron a la secretaria de Karajan en el Festpielhaus de Salzburgo. Y le escribí una carta, con toda la tontuna y toda la inocencia que puede tener un niño de 10 años al que el virus de Beethoven le empezaba a correr por las venas.
Y a los pocos días, a vuelta de correo, mi autógrafo nº 2 y último de mi colección:
Tuve un intento para un tercer autógrafo. Ya debía tener 12 o 13 años y me encontré con Ana Belén en la Plaza de Toros que salia del recital que acababa de dar, y al que yo asistí. Le pedí un autógrafo, cortado, educado, simpático.... y la hija de su madre me dijo que si quería un autógrafo se lo pidiera a Julio Iglesias ..... Jódete, Ana, que se te nota el botox lo que no está escrito ....