domingo, 21 de diciembre de 2008

Ay de tí, ay de mi ....

La vida es la consentida, feroz dictadura de una criatura que juega a mandar…

Escucho a Aute mientras pienso como empezar. Ufff, tiene razón la canción y la vida nos lleva por donde nos da la gana. De poco sirve planificar, incluso más allá de los próximos diez minutos. Y lo digo sin desasosiego, que conste.

Gracias a todos los que me escribisteis alguna línea en mi post de cumpleaños. Vaya eso por delante. Perdón por no haber contestado pero estoy liado y sin tiempo para casi nada.

Seguramente lo mejor será que comience por lo más inmediato, y lo que me arrancó una carcajada: lo llamo “momento deposición en Carrefour” y paso a relatároslo. El viernes pasado mi amigo el Kurt Cobain charro organizó (agarraos) una timba de póker en su casa, junto a Satinado, Travis y Ender. Llegaba yo en mi coche a tal evento cuando confluyeron dos circunstancias que desaconsejaban mi inminente presencia en tal evento, a saber: a) la completa ausencia de efectivo en mi cartera b) la acuciante necesidad (y creciente, matizo) de deponer. Huyamos de las florituras: no tenía dinero y me cagaba de forma tal que parecía que al día siguiente lo iban a prohibir.

Superé conmigo mismo la vergonzante situación de presentarme por primera vez en casa de Kurt con la intención de no darle tiempo ni a saludarme para preguntar con urgencia por el baño. No obstante lo anterior, ese sentido del decoro que de vez en cuando me adorna contuvo a mi intestino, y decidí buscar un cajero automático para subsanar la primera de mis carencias, esto es, sacar pelas.

¡¡¡ No podéis imaginar los minutos de angustias, que se me antojaron siglos, buscando en el barrio del colega un cajero automático!!!

Harto de dar vueltas sin encontrarlo, el neón de un Carrefour (que estaba en el quinto pino, matizo) llamó mi atención. Y allí me dirigí.

Y una vez retirado el correspondiente efectivo con cargo a mi cuenta corriente (depauperada, by the way) dirigime a los servicios donde, ataviado aún con abrigo y bufanda, procedí con delectación a finalizar el solitario acto que comienza con la ingesta de alimentos. Y allí me podéis imaginar, en el tigre de un Carrefour, muerto de risa por lo ridícula de mi situación. Y supe que, aunque escatológico, debía compartir con vosotros este momento, pues no en vano tengo de un tiempo a esta parte demasiadas oportunidades de reírme.

He estado ingresado 3 días en un hospital. Me dio un jamacuco (algo a medio camino entre una crisis de ansiedad y un cuadro de agotamiento). El puto trabajo, que como todo el mundo sabe es un castigo bíblico. He aprendido dos lecciones fundamentales: 1) hay que tomarse la vida con un poco más de calma y, 2) las enfermeras de los hospitales son encantadoras, me llaman cielo y me cuidan pero i) no son como Jessica Lange en “Tootsie” ii) no son como Juliette Binoche en “El paciente inglés” y iii) sadly, tampoco son como las de Benny Hill, con ligueros y minifaldas escandalosas. Se me ha roto un mito y ahora soy algo parecido a un juguete roto.

He tenido que volver a Madrid. Yo vivía tan feliz en la costa con Sureña, y ha sido ineludible el tenerme que volver. En principio por unos pocos meses, aunque sospecho que el paréntesis va a ser mucho más largo de lo deseado. No puedo hacer nada, simplemente sentirme en un estado entre “francamente jodido” y “tremendamente contrariado”. Y el exceso de trabajo, de presión, de responsabilidad me ha pasado factura. Y claro, yo firmo para ser un bonito cadáver en plan James Dean pero me faltan las llaves de Cadillac y oye, como que me obstino en no aparecer en las noticias de Madrid Directo porque me hayan encontrado los vecinos, alertados por el hedor, lo que viene siendo muerto, desnudo en mi cama y con una barra de fuet a mi lado. Hay que tener una cierta dignidad para estas cosas, joder. Si bien juego maliciosamente con la idea de que el “rigor mortis” pudiera haber convertido en perpetua una erección y no haya manera de conseguir un ataúd cuya tapa pueda cerrarse, y tenga que acabar en el crematorio de la M-30 con mis restos mortales metidos en la funda de un contrabajo, casi si eso prefiero esperar unas cuantas décadas……

He quedado últimamente con Roberto y con Juanma. Ostras, me siento feliz por mantener esas amistades tantísimos años. Algún día hablaré de ellos, cuando tenga más tiempo y más ganas. Baste decir que no juzgan, no critican, no aconsejan …. Simplemente están. Y eso, después de más de 30 años, es hermoso.

Termino deseándoos a todos una feliz navidad. Yo comenzaré el año pillando un avión con Sureña para Albi (le France), ciudad natal de Toulouse Lautrec donde apagaré móvil, blackberry y portátil siquiera por 4 días …..
El video es un tostón, pero me gusta esta versión ......

9 comentarios:

Chinita dijo...

Pero FIDELIO!!!!!
ay...ay...ay....
No sé que decirte chato....que te mejores pronto,que te veamos pronto...que se acabe pronto esto...

Un abrazo

La Mar Salá dijo...

Jooo pobretico!!...me acabo de enterar...ya decía yo que te cuidaras,ehh?? En fin, espero que estés mejorcico.Ya tengo ganas de que te dejes caer por aqui!!..y así poderme tomar una cervecica con Sureña y contigo.
Que te mejoressss y cuídate muucho!!!

Besos y Feliz Navidad!!

PD: Por fin me he atrevido a escribir en tu blog!!!!

Fidelio dijo...

Chini, muchas gracias reina!. Si todo sale como esperamos igual nos tomamos una birra antes de fin de año.

Trasgu, gracias por venir. ¡para mí que eres de Murcia.... jajajaja! Un beso fuerte y feliz Navidad.

Anónimo dijo...

Me despido de ti querido Fífi deseándote feliz navidad. Con tanta estulticia por doquier -y alguna subvencionada- uno no puede hacer otra cosa que desaparecer, ese es el mensaje: desaparece. Y es difícil pero creo, que digo creo lo se, que lo voy a conseguir. He tirado las ramas de milenrama y el Yiching me dice que Ta yu: la posesión de lo grande. Con el seis en el quinto puesto el zhouyi habla: Aquel que en su verdad es afable y que conserva sin embargo su dignidad, tiene ventura. En todo caso creo que tienes mi teléfono y sabes dónde encontrarme si así lo deseas. Como he dicho antes feliz navidad o felices fiestas si tu confesión no es cristiana, uno ya no sabe que decir.¡Salud! y como dice aquel dicho pantagruélico ¡Haz lo que quieras!. Deus le volt.

Fidelio dijo...

Si ya decía Schiller aquello de que contra la estupidez hasta los mismos dioses luchan en vano, querido M. Esto no es nuevo, así que tenemos que ser inmunes.

Claro que tengo tu teléfono, y de hecho estás en la lista de personas con las que quiero tomarme la birra estos días, tal y como te escribí ¿o has vuelto a cambiar de cuenta de correo? Además de verte, tengo necesidad de que me cuentes eso de milenrama y Yiching. Cuando te pone críptico no me entero .... y además llevo 2 Jim Beam....

Feliz Navidad, fiestas o lo que quieras. Cuidado con las burbujas.... y un abrazo

Anónimo dijo...

Sabía que tenías que contar tu experiencia en el carrefour, ja,ja.

Tendrías que haber contado el descubrimiento mas importante de la historia reciente: El ESCANCIATOR, esa máquina capaz de servir 7 botellas de sidra seguidas sin que le falle la bateria. Cada vez que vuelvo a oir ese bzzzz comienzo a salivar...

PD: Tampoco hay que olvidar la mareante cifra de 1,05 euros que te desplumamos al poker!!

Fidelio dijo...

Querido Ender, esa deposición adquirió caracteres épicos y debía compartirla......

El escanciator, para los que no lo sepáis, es un artilugio diseñado por una paisano de Kurt Cobain charro así como en plan MacGyver. 4 maderas, una batería de móvil, un pulsador y oye... pones una botella de sidra boca abajo, das al botón y te escancia. Lo que leéis!!!. El "bzzzzz" al pulsar el botón, al cabo de 7 botellas de sidra produce un efecto similar al que le producía el sonido del violín al monstruo en El jovencito Frankestein. Durante días oía sonidos similares y, como dice Ender, te daba ora por salivar ora por gritar ¡¡ aupa Sporting !!

Anónimo dijo...

Crónica de un fracaso de dimensiones descomunales. Video , bastante tostón.

Anónimo dijo...

Preciosa canción, de las de nudo en la garganta.
Louise