Salgo de mi mutismo para recoger el guante de Isabel (gracias, chata) y ponerme con esto del Meme Chispas.
Mi primer viaje Imagino que aquellos interminables viajes a mi Cai (Cádiz,) de pequeño, cuando el trayecto duraba 9 horas. Seat 124 de mi padre atestado y puerto del Despeñaperros a 50 porque siempre tocaba un camión delante. Las autovías no existían. Había dado en el cole recientemente aquello de que Benjamín Franklin inventó el pararrayos. Me parecía el mejor invento de la historia de la humanidad y para celebrarlo decidí ir contando todos los pararrayos que viera desde el coche. En voz alta, claro. Ahogando con mi voz la música de Jorge Sepúlveda que había en el coche y contribuyendo al mareo generalizado de mi familia. Ignoro porqué mi padre cuando llegué al pararrayos nº 750 en algún lugar entre Lora del Río y Córdoba no me abandonó en alguna gasolinera.
Recuerdo con especial cariño mi primer viaje en avión con 7 años. Madrid – Palma de Mallorca. Mis padres me mandaron con mi hermano Guillermo que por entonces vivía allí a pasar todo el verano. Fui solo. Una azafata me cuidó todo el viaje y me dio panchitos y me llevó de la manita hasta donde me esperaba Willy. Desde el avión vi las Baleares como se ve en los mapas, cosa que con el tiempo comprendí que no era posible porque fui en avión, no en trasbordador espacial.
Mi primer viaje solo, a Lisboa en la Semana Santa del 84. Yo tenía 16 años y me tuvieron que firmar una autorización mis padres. Fui solo, no he vuelto a viajar solo desde entonces más que por motivos de trabajo. Me tomé una birra en lo alto del elevador de Santa Justa, me fascinó el Palacio da Penha en Sintra y en las Galerías Amoreira me compré mis primeros dos vinilos: True Blue de Madonna y Born in the USA de Springsteen. Tengo por ahí una foto de ese viaje que me hizo un angoleño en la Praça do Comercio.
Mis primeros aplausos.
Nadie los recordará, yo tampoco, pero antes de Enrique y Ana o Parchís había un grupo infantil que se llamaba La Pandilla. A mi me encantaban. Creo que debían ser estos sujetos los destinatarios de mis primeros aplausos.
También los he recibido, aunque muchos menos.
Mi primer trabajo
Envidio el pago recibido por Isabel en su primer trabajo. Yo me fui a Moratalaz a repartir propaganda por los buzones con un par de amigos y nos dieron 500 pelas a cada uno.
El primero en serio, en la librería con 15 años y medio. No me pudieron hacer contrato los primeros seis meses porque no tenía edad laboral. Me dieron las notas de FP el 19 de Junio y empecé a currar el día 20. Mis amigos se iban a jugar al fútbol y yo pillaba el 12 en Sancho Dávila para ir a la Plaza de Cristo Rey. Hasta María de Molina no dejaba de llorar de rabia. Mi sueldo era de 23.000 pelas para contribuir a la maltrecha economía familiar. Llevaba la contabilidad con “decalco” no había ordenadores, y facturaba con tarjetas perforadas. Mi procesador de textos se llamaba “magic wand” y para que saliera alguna palabra en negrita o en cursiva, había que escribir antes unos comandos de programación. Desde entonces no he dejado de trabajar. ¡¡ parados de España, parte de vuestros subsidios llevan saliendo de mis retenciones los últimos 24 años ¡!
Mi primer amigo
José Antonio, desde parvulitos…. El verano pasado me fui a Chicago a pasar unos días con él. Seguimos en contacto, nos mandamos correos, nos felicitamos en los cumpleaños. 35 años de amistad.
No puedo dejar de mencionar a Roberto. Aunque vino un par de años después creo que no conozco a nadie tan parecido a mí.
Mi primera canción
Ostras, esta es de Trivial. No tengo ni idea. Me gustaría decir que Same Old Story the Roxy Music, The Load Out de Jackson Browne o incluso Mediterráneo de Serrat, pero me temo que tuvo que ser algo tipo “el tren se marcha ya, chim chim pum pum chim chim pum pum haciendo ruido ….” de Enrique y Ana. O “los hermanos Malasombra somos malos de verdad” de Los Chiripitifláuticos.
Mi primera colonia
Comprada por mí, Herbissimo de cedro. Nunca he sido fiel a las colonias, aunque para ser sincero de un tiempo a esta parte si que me mantengo invariablemente fiel a Jean Paul (ni Belmondo ni Sartre, sino Gautier). Fui fiel una temporada, años ha, a Insensé de Givenchy. Me gustan las mujeres que llevan Ysatis o que se ponen White Musk de The Body Shop. He redescubierto el almizcle blanco en Marruecos esta Semana Santa.